The heart asks pleasure first ~ [Priv. Austria]

El día de hoy me encontraba en la Sala de Juntas atendiendo algunos detalles que tenía pendientes y que mis jefes me habían pedido que resolviera a la brevedad ese mismo día, llevaba toda la mañana viendo eso y al poco tiempo de terminar decidí revisar mi móvil mientras desajustaba ligeramente mi corbata; note que había un correo de voz y lo revise, al parecer se trataba de Alemania que había intentado comunicarse conmigo pero como estaba ocupado no le pude atender, decía algo sobre unos documentos que me llevaría Prusia y luego el mensaje finalizaba.

Mire mi reloj, guardando el móvil en mi saco y si, efectivamente era tarde, probablemente Prusia ya se encontraba en casa y no dudaría ni en momento en molestarme a causa de mi retraso; suspire derrotado y salí finalmente del edificio rumbo al estacionamiento donde tenía mi automóvil, subí a él y me dirigí finalmente rumbo mi casa.

Luego de un rato y un poco de tráfico, llegue finalmente a casa y al estacionar mi automóvil note ahí aparcado el de Prusia, como supuse, ya había llegado antes que yo; me baje, tome mi portafolio y entre finalmente a casa donde se podía ver el “rastro” de que Prusia estaba de visita.

Avance un poco más, yendo por la casa hasta que escuche el sonido del piano, algo que se me hacia realmente extraño y no tuve evitar el pensar que quien estuviese tocando lo hacía muy bien, debía ser alguien digno de elogiarle por ello.

Llegue finalmente a la puerta de la Sala de Música la cual se encontraba entreabierta y antes de entrar, pude ver a través de ella que quien tocaba, para mi gran sorpresa, era Julchen; baje mi mano un momento antes de abrir de lleno esperando que terminara de tocar la pieza y justo poco después de que sentí que había dejado de hacerlo, entre finalmente y la vi.

- Buenas tardes Julchen – asentí simplemente hacia ella, preguntándome internamente en qué momento ella aprendió a tocar de esa forma - ¿Todo en orden? – simplemente pregunte, pues admito que me daba curiosidad la forma en la que reaccionaria.

Note su repentino cambio de actitud, se veía hasta cierto punto como un niño el cual había hecho un dibujo y no quería que nadie lo viese, trate de contener mi propia sorpresa de esto y mantenerme sereno externamente, aunque debía admitir que eso me daba un tanto más de curiosidad pero decidí apartar ese pensamiento de mi cabeza finalmente y es que, su expresión la delataba totalmente.

No me molestaba en absoluto el que tocara el piano, si lo hacía de la manera correcta, para mí un instrumento es una manera de expresarse y no un juguete, a través de él uno puede darle voz a sus emociones y transmitir lo que siente a los demás, la música era algo muy valioso para mí porque es el medio de mostrarme a los demás sin tener que usar palabras.

Únicamente me acerque a donde ella se encontraba, viéndola sin ningún tipo de molestia o siquiera alguna expresión específica, escuchándola simplemente y le dirigí finalmente una mirada.

- Entiendo… - dije acomodándome un poco los lentes – es que por la manera en la que estás hablando en este momento pareciera que acabas de hacer algo indebido.

Note que me acercaba los documentos, tomándolos y les di un vistazo revisando que todo estuviese en orden, pero tratándose de Alemania no había ningún inconveniente y después de revisarlos los firme.

- Listo, agradécele de mi parte a Alemania ya que estaba pendiente de esto – dije sonriendo leve mientras le entregaba los papeles.

Asentí un poco, tomando asiento frente al piano y vi por un momento las teclas, suspirando leve.

- Julchen… sabes que te escuche ¿cierto? – dije mirándola de reojo – te seré sincero, en parte me sorprendí al escucharte, no sabía siquiera que podías tocar de esa manera, así que te felicito – empecé a tocar una melodía simple, viéndola - ¿No te quieres quedar un poco? ¿o tienes algún otro asunto? Si es así, no te entretengo mas.